viernes, 29 de junio de 2012

¿Cuál es el origen de las calabazas de Halloween?






Según cuenta la leyenda, un irlandés con fama de borrachín llamado Jack, se encontró con el diablo en una taberna y le invitó a tomar una copa con él. Jack no quiso pagar por su consumición y convenció al diablo para que se convirtiera en una moneda para pagar por sus bebidas. El diablo cumplió con su deseo y Jack decidió quedarse con el dinero. Lo puso en su bolsillo al lado de una cruz de plata para impedir que el diablo volviera a tomar su forma original. Pero Jack volvió a engañar al diablo cuando le pidió que se subiera a un árbol a buscar un fruto. Mientras el diablo estaba en lo alto del árbol, Jack marcó el signo de la cruz en la corteza para que el diablo no pudiera bajar hasta prometerle a Jack que no lo iba a molestar durante los próximos diez años.

Jack murió unos años más tarde, pero cuando intentó entrar en el infierno, el diablo se lo impidió, pues no podía aceptar su alma. El diablo le dijo que volviera por donde había venido y como el camino de regreso era oscuro y con mucho viento, Jack usó un carbón encendido y lo puso en un nabo que iba comiendo, para que no se apagara con el viento. Así, Jack fue condenado a caminar en la oscuridad eternamente. Los irlandeses comenzaron a referirse a esta figura fantasmagórica como "Jack of the Lantern" y luego, simplemente, "Jack O'Lantern."
Y así se convirtió en tradición, en Irlanda, la tradición de ahuecar nabos y poner carbón para iluminar y dar la bienvenida a sus seres queridos. Cuando los irlandeses llegaron a Estados Unidos, descubrieron las calabazas y vieron que estas eran más grandes y fáciles de ahuecar, y las sustituyeron en lugar de los nabos.

Las calabazas, pues, son un recurso muy utilizado en la fiesta de brujas del 31 de octubre, tanto en disfraces como en decoración y detalles temáticos.






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